La toma de las facultades de Psicología y Filosofía de la UBA se ha formalizado, con cientos de estudiantes que llevarán a cabo clases públicas en la calle para manifestarse contra el veto del presidente Javier Milei. Esta medida de fuerza se extenderá durante 48 horas e incluirá una movilización hacia el Congreso el miércoles.
“Estamos aquí porque no confiamos en un Congreso que ha apoyado el veto a los jubilados y otras decisiones que perjudican a la sociedad. Por eso hemos decidido tomar la iniciativa y luchar por nuestros derechos”, expresó Valentina, una estudiante de Psicología, en declaraciones a C5N.
La joven invitó a sus compañeros a unirse a la movilización del miércoles, asegurando que cuentan con un amplio respaldo de la comunidad. “Sabemos que hay muchos trabajadores que no pueden asistir a la universidad, pero que defienden este logro histórico y único en Latinoamérica”, agregó.
La crisis económica del país ha impactado gravemente en la educación universitaria, elevando los costos de tarifas y transporte. Valentina explicó: “La situación se ha vuelto insostenible. Muchos docentes y no docentes están por debajo de la línea de pobreza; les cuesta más venir a dar clase que lo que reciben como salario”.
“Los estudiantes tenemos uno o dos trabajos; el 90% de nosotros trabaja. Sostener los estudios se ha vuelto cada vez más difícil en medio de esta crisis social. La matrícula ha disminuido porque muchos no tienen dinero para venir a estudiar”, añadió.
Valentina también se refirió a la propuesta del Gobierno de cobrar aranceles a estudiantes extranjeros: “Nos oponemos rotundamente a esta política de ultraderecha que busca dividir a los estudiantes. La diversidad en la UBA es lo que la enriquece. La universidad pública debe ser un derecho para todos”.
La Cámara de Diputados se prepara para tratar el veto a la Ley de Financiamiento Educativo, con una sesión convocada para el miércoles a las 11. Aunque el PRO ha decidido respaldar la decisión del presidente, la oposición ha movilizado esfuerzos para revertir el veto.
Actualmente, la votación se encuentra en un estado incierto: 167 legisladores en contra del veto, 82 a favor, con 6 en duda y 2 ausentes. La definición del PRO de acompañar el veto ha complicado el panorama para el oficialismo, que necesita un tercio del total de 257 legisladores para convalidar su decisión.
La Ley de Financiamiento Universitario, sancionada por el Congreso, obligaba al Ejecutivo a actualizar las partidas presupuestarias para cubrir gastos en universidades y a ajustar el presupuesto bimestralmente de acuerdo con la inflación. La reciente decisión de Milei, a través del Decreto 879/2024, justifica el veto argumentando que la ley no cuenta con la previsión presupuestaria necesaria y que su implementación afectaría los objetivos económicos del Gobierno.
En este contexto, la movilización estudiantil se suma a un amplio rechazo social a las políticas que afectan la educación pública, reafirmando el compromiso de los estudiantes de defender el acceso a la universidad como un derecho fundamental.