Hoy en el día del fallecimiento de nuestro General San Martín, no encuentro mejor ejemplo de patriotismo que esta carta. Los invito a leerla y reflexionar sobre ella.
Al leer esta carta, enviada por el general San Martín, al entonces Bridgadier General Dn. Juan Manuel de Rosas, dándole todo su reconocimiento y apoyo, en la lucha y defensa de la soberanía Nacional que Rosas, presentó a las potencias de Francia e Inglaterra durante el bloqueo económico y militar que sufrió la Confederación Argentina en aquella época; no me queda otra alternativa que pensar, en como esa situación, tiene similitudes con nuestros tiempos actuales y sobre todo, como se repite en cierto modo la historia, en el avasallamiento de nuestra soberanía nacional, que las potencias hasta entonces vienen cometiendo con los países en desarrollo como el nuestro y especialmente en Latinoamérica.
El tema de los “Fondos Buitres” es un claro ejemplo de lo que ocurría en aquella época, solo que con mecanismos más evolucionados y elaborados dentro de un sistema capitalista mundial, con complejas estructuras jurídicas, que defienden intereses especulativos y permite a multinacionales asociados a estos pequeños grupos, realizar maniobras especulativas, para hacer negocios y forzar a los países en desarrollo a pagar deudas con irracionales intereses, obligándolos de esta manera a contraer nuevas deudas y mantenerlos eternamente endeudados a costa del desarrollo y bienestar de la gente de los pueblos, porque significaría el recorte del gasto público, es decir, todo lo que el gobierno destina para vivienda, trabajo, salud, educación etc, etc; va a parar en el pago de esos fondos buitres.
La Argentina, entendiendo esta injusta situación, ha hecho frente a estos grupos, planteándoles un pago justo de esa deuda y sin que signifique el derrumbe de la economía argentina y el sufrimiento de su pueblo.
La Argentina hoy, lleva adelante una lucha económica y política de su soberanía, contra intereses despiadados que no les interesa el sufrimiento de los pueblos, solo les interesa sus negocios, propio de un sistema capitalista, con un liberalismo de lo más salvaje.
Hoy debemos todos hacer como lo hizo nuestro General San Martín en su momento con Rosas, donde sin dudarlo en pleno conflicto con las potencias le envió su sable, disculpándose por no poder prestarle sus servicios personalmente, debido a su edad y mala salud. Como así también al levantarse el bloqueo, le envía la presente carta.
Nuevos paradigmas se están dando en las economías de nuestro mundo hoy día, paradigmas que cada ves con más fuerza plantea programas progresistas con inclusión social y mejor distribución de las riquezas e incluso en gobiernos con políticas neo-liberales.
Hoy en el día del fallecimiento de nuestro General San Martín, no encuentro mejor ejemplo de patriotismo que esta carta. Los invito a leerla y reflexionar sobre ella.
Licenciado Omar Antonio Perez
BOULOGNE-SUR- MER, 2 DE NOVIEMBRE DE 1848
EXCMO. SR. CAPITÁN GENERAL D, JUAN MANUEL DE ROSAS.
Mi respetable general y amigo:
A pesar de la distancia que me separa de nuestra patria, usted me hará la justicia de creer que sus triunfos son un gran consuelo a mi achacosa vejez.
Así es que he tenido una verdadera satisfacción al saber el levantamiento del injusto bloqueo con que nos hostilizaban las dos primeras naciones de Europa; esta satisfacción es tanto más completa cuanto el honor del país, no ha tenido nada que sufrir, y por el contrario presenta a todos los nuevos Estados Americanos, un modelo que seguir y más cuando éste está apoyado en la justicia.
No vaya usted a creer por lo que dejo expuesto, el que jamás he dudado que nuestra patria tuviese que avergonzarse de ninguna concesión humillante presidiendo usted a sus destinos; por el contrario, más bien he creído no tirase usted demasiado la cuerda de las negociaciones seguidas cuando se trataba del honor nacional.
Esta opinión demostrará a usted, mi apreciable general, que al escribirle, lo hago con la franqueza de mi carácter y la que merece el que yo he formado del de usted. Por tales acontecimientos reciba usted y nuestra patria mis más sinceras enhorabuenas.
Un millar de agradecimientos, mi apreciable general, por la honrosa memoria que hace usted de este viejo patriota en su mensaje último a la Legislatura de la provincia; mi filosofía no llega al grado de ser indiferente a la aprobación de mi conducta por los hombres de bien.
Esta es la última carta que será escrita de mi mano; atacado después de tres años de cataratas, en el día apenas puedo ver lo que escribo, y lo hago con indecible trabajo; me resta la esperanza de recuperar mi vista en el próximo verano en que pienso hacerme hacer la operación á los ojos. Si los resultados no corresponden a mis esperanzas, aun me resta el cuerpo de reserva, la resignación y los cuidados y esmeros de mi familia.
Que goce usted la mejor salud, que el acierto presida en todo lo que emprenda, son los votos de este su apasionado amigo y compatriota.
José de San Martín.